El reciente enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos afecta los mercados globales y genera consecuencias económicas directas para Colombia.
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Por: Editor Nación. Tolima7dias.com.co
El mundo observa con preocupación la escalada militar entre Irán y Estados Unidos, que se intensificó tras los ataques del 22 y 23 de junio. Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares iraníes como parte de la operación "Midnight Hammer", mientras que Irán respondió con misiles lanzados a una base militar estadounidense en Qatar.
El conflicto se enmarca en una relación marcada por sanciones, tensiones diplomáticas y desacuerdos sobre el programa nuclear iraní. La reciente ofensiva militar pone en riesgo la estabilidad en Medio Oriente y ha generado reacciones en diversas capitales del mundo. Uno de los puntos más sensibles es el Estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 25 % del petróleo mundial. Irán ha amenazado con cerrarlo, lo que disparó de inmediato el precio del barril de petróleo Brent, que ya supera los $67 dólares.
Aunque Colombia no tiene participación directa en el conflicto, los efectos económicos ya se reflejan en el país. La subida del dólar encarece las importaciones y aumenta los costos de producción. A su vez, el incremento en el precio del petróleo presiona al alza los valores de la gasolina y el diésel, lo que podría repercutir en los precios del transporte y los alimentos. Además, se prevé un aumento en la inflación, justo cuando el país busca estabilizar su economía interna.
No todo es negativo: como nación exportadora de crudo, Colombia también se beneficia del alza en los precios internacionales, lo que podría mejorar sus ingresos fiscales si la tendencia se mantiene. Sin embargo, un conflicto prolongado entre Irán y EE. UU. plantea riesgos globales que podrían afectar el comercio, la inversión y la estabilidad financiera, especialmente en economías emergentes como la colombiana.
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La Procuraduría y la Contraloría investigan el millonario sorteo de la Lotería de Medellín, ganado por la esposa del entonces subgerente.
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Por: Editor Región. Tolima7dias.com.co
La entrega de uno de los premios secos del sorteo N.° 4782 de la Lotería de Medellín, realizado el 9 de mayo, ha generado controversia nacional luego de conocerse que la ganadora fue Luisa Fernanda Jaramillo Hernández, esposa del entonces subgerente de la entidad, Rubén Darío Callejas Gómez. El caso ya es objeto de indagación por parte de la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría de Antioquia.
Ambas entidades anunciaron investigaciones para determinar si existió alguna irregularidad o falta administrativa en la entrega del premio por $1.000 millones, cuya adquisición —según el exsubgerente— fue legal y realizada a través del Fondo de Empleados de la Lotería como un regalo por el Día de la Madre.
El exfuncionario también aclaró que el premio fue uno de los llamados "secos", y no el mayor de $16.000 millones como se difundió inicialmente. Añadió que, luego de descuentos por impuestos, el monto recibido fue de aproximadamente $664 millones.
Por su parte, el sindicato Sintraloteben respaldó públicamente a la Lotería de Medellín, asegurando que el proceso fue auditado interna y externamente, y que no se hallaron indicios de fraude. La organización sindical también defendió la transparencia del sorteo, afirmando que todas las loterías en Colombia operan bajo protocolos rigurosos y con vigilancia de entidades como Coljuegos y la Supersalud.
Sin embargo, la Contraloría Departamental revisará cuatro aspectos clave: la legalidad del egreso del premio, la contratación para validar el sorteo, el control interno de la entidad y la posible participación de funcionarios en actividades relacionadas con el azar.
El caso ha puesto bajo escrutinio la gestión de la Beneficencia de Antioquia y de la Lotería de Medellín, al tiempo que deja abiertas dudas sobre la suficiencia de los controles actuales frente a posibles conflictos de interés en este tipo de instituciones públicas.
En sus redes sociales, Luisa Fernanda Jaramillo Hernández, asesora privada del gobernador de Antioquia, manifestó en las últimas horas:
“Yo no me gané ningún premio mayor de la Lotería de Medellín. Lo que me gané fue un seco hace un mes, en el mes de las madres. Mi esposo, en ese momento, era subgerente de la Lotería de Medellín. En su momento, por ser funcionario —y obviamente la Lotería debía hacerlo—, activaron todos los protocolos internos y realizaron una auditoría forense. Auditoría forense que salió, obviamente, con todos los resultados que demostraron que no existió ningún fraude. Mi esposo tomó la decisión, en ese momento, de renunciar a la Lotería de Medellín para no interferir en ningún proceso.”
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