El Tolima concretó negocios superiores a los $3.800 millones durante su participación en la Colombia Travel Expo 2025, una de las ferias más importantes del turismo en el país, realizada en Medellín. Durante tres días, empresarios del departamento promocionaron su oferta cultural, natural y de experiencias bajo la marca Tolima, Corazón de los Andes.
Según la Dirección de Turismo del Tolima, los expositores reportaron ventas directas por más de $2.600 millones y proyectadas por más de $1.200 millones, cifras que reflejan la dinámica comercial alcanzada en el evento. En total, se realizaron cerca de 900 contactos efectivos con agencias de viajes, operadores turísticos y representantes de distintos departamentos.
Por: Editor Región. Tolima7dias.com.co
Comunicado a la Opinión Pública
En la feria participaron 10 empresarios tolimenses dentro del stand institucional, junto con municipios del territorio que presentaron sus productos turísticos. Además, el Tolima integró el espacio de la Región Administrativa y de Planificación (RAP) Eje Cafetero, bajo el concepto Destino entre montañas, junto a Caldas, Risaralda y Quindío, fortaleciendo el enfoque de turismo regional.
El municipio de Honda contó con un stand propio y recibió la Medalla al Mérito Turístico por su labor en promoción y marketing.
Edna Ortiz, representante de la agencia Bioturismo Colombia, señaló que “la estrategia de promoción ha permitido que más visitantes lleguen a los municipios tolimenses, impulsando la economía local y el turismo responsable”.
Por su parte, Orlando Zuluaga, gerente de Cultura de Viaje SAS BIC, destacó que el evento fue “una oportunidad para fortalecer alianzas con empresarios comprometidos con la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza”.
Con los resultados obtenidos, el Tolima se posiciona entre los departamentos con mayor proyección turística en el país y consolida su presencia en escenarios nacionales de promoción comercial.
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Lucas, un perro que desapareció el 24 de noviembre en el barrio El Triunfo de Ibagué, fue hallado herido tras presuntamente haber sido atropellado. Su familia, de escasos recursos, intenta costear los procedimientos médicos que requiere para sobrevivir y continuar su recuperación.
La desaparición de Lucas activó cadenas de búsqueda en redes sociales y movilizó a residentes del sector que se unieron para intentar localizarlo. Tras días sin rastro, su familia lo encontró solo, con lesiones graves y en evidente estado de dolor. Desde entonces permanece bajo atención en el Hospital Veterinario de la Universidad del Tolima.
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El reporte médico indica un trauma por automotor y un trauma medular que comprometen su movilidad y estabilidad. Aunque no fue posible instalarle una sonda urinaria, el animal logró orinar por sí mismo durante pequeñas salidas al área verde del hospital, donde incluso intentó caminar pese a la evidente inestabilidad. Los profesionales describieron su andar como una marcha “borracha”, reflejo del daño neurológico, pero señalaron que mantiene fuerza en las patas traseras.
El informe clínico también registra leucocitosis, neutrofilia y alteraciones hepáticas asociadas al trauma. Radiografías recientes evidencian daños en varias vértebras, lo que obliga a realizarle una resonancia magnética para establecer el alcance de la lesión medular. Este procedimiento solo puede practicarse fuera de Ibagué y requiere un traslado especializado que la familia no puede asumir.
A pesar de las complicaciones, Lucas come, reacciona a estímulos y hace esfuerzos constantes por ponerse de pie. En las últimas horas presentó un episodio de diarrea, hecho que mantiene en seguimiento al equipo veterinario. Según el personal de la clínica, existe la posibilidad de que reciba el alta en las próximas horas para continuar su recuperación en casa, siempre que la familia pueda cubrir los exámenes pendientes y las terapias posteriores.
Su dueña, mujer de bajos recursos y perteneciente a población desplazada, aseguró que “él es un miembro de nuestra familia. No queremos perderlo. Estamos haciendo todo lo que podemos”. Lucas ha sido parte de su hogar durante casi diez años, desde que llegó como cachorro desde Cimitarra, Santander, tras la muerte de su madre.
La familia no está solicitando aportes económicos directos; busca apoyo mediante la compra de rifas y velitas que venden para reunir fondos destinados a la resonancia, exámenes adicionales, un eventual traslado, las futuras terapias y una silla de ruedas especial. El perro pesa 21 kilos y no tiene la capacidad de sostenerse por sí mismo.
Cada compra, señalan, ayuda a acercar a Lucas a la posibilidad de recuperar movilidad y alcanzar una mejor calidad de vida.
Información sobre rifas y velitas: 3209018477
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