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De los avales y otras aberraciones

De los avales y otras aberraciones
30 de Jul, 2023

Por: Guillermo Pérez Florez

La constitución del 91 instituyó un modelo político basado en la democracia participativa, en la cual los ciudadanos no se limitan a votar, sino que se reservan el derecho a participar en la toma de decisiones.



Creó figuras como la iniciativa popular legislativa y normativa, el cabildo abierto, la consulta popular, el plebiscito, el referendo, y la revocatoria del mandato. Buscó superar la democracia de representación.

Tales instituciones ponen en el centro a los ciudadanos, a quienes les reconoció derecho a formar y afiliarse a partidos políticos, para que pudieran expresarse. Y, entendiendo que estos no eran las únicas vías, reconoció a las organizaciones sociales derechos en igualdad de condiciones con los partidos (Art. 107). Estos cambios despertaron interés y oxigenaron nuestra anémica democracia, que había vivido en régimen marcial durante casi cuarenta años. Dicho artículo ha sufrido dos reformas (2003 y 2009). Ambas encaminadas a arrebatarle a los ciudadanos derechos políticos y a instaurar un gobierno de partidos. De esta manera, se les cercenó a los movimientos sociales su condición de sujeto político y se consagró un monopolio electoral a través de los avales, conculcando los derechos a participar y a ser elegido. Se me contrargumentará diciendo que para eso están las firmas. Falso. No solo por la elevada cantidad que se exigen, sino por las costosas pólizas que se tienen que allegar.


El partidismo es un cáncer para la democracia. Puede haber democracia sin partidos, pero jamás sin ciudadanos. Tanto Washington como Bolívar advirtieron sobre los peligros de estos. El primero, en su famosa carta de despedida, y el segundo, en su última proclama: “Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos…” Los dos, después de haber ejercido el poder. La partidocracia crea una casta para la cual lo importante son sus intereses electorales y no los problemas de la gente. Ahonda la brecha entre lo que Gaitán llamaba el “país político” y el “país nacional”. Genera marginación, muchísima gente buena prefiere no participar, para no someterse al manoseo partidista. La casta política desprecia la opinión pública, sabedora de que no tiene competencia. De allí que solo le importe la mecánica electoral. Las ideas y los programas son intrascendentes. Los avales son un instrumento para disciplinar líderes y militantes. Disciplina para perros. Quien no obedezca a la jerarquía del partido, se le niega el aval y se deja por fuera de la carrera. Algunos han llegado a la aberración de exigir la firma de pagarés en blanco para otorgar el aval.

La reforma política y electoral es de las más relevantes y urgentes. Desde luego no para fortalecer el partidismo, como pretendía la reforma del ministro Prada. Colombia tiene hoy 36 partidos políticos, la mayoría, de garaje (fábricas de avales), y no por ello ha mejorado la calidad de la democracia. A pesar de recibir dinero público, funcionan como empresas privadas o famiempresas. La actual forma de hacer política es la madre de todos los vicios. Es fuente de corrupción y de mediocridad administrativa, pues al servicio público llegan muchos carga maletines, que solo saben hacer caso. A través de contrarreformas se desvirtuó por completo el espíritu del 91. Se sustituyó la Constitución y no nos dimos cuenta. La lucha para corregir estas aberraciones y devolverles la política a los ciudadanos será larga y difícil. Pero merece el sacrificio. Partidos sí, pero no así.

Ibagué, 30 de julio de 2023

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¿Petro inteligente o ignorante?

¿Petro inteligente o ignorante?
27 de Jan, 2025
Por: Carlos Enrique Martinez Caballero, columnista invitado Tolima7dias.com.co

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Los colombianos estarán divididos en sus posturas para calificar a Gustavo Petro bajo la pregunta: ¿inteligente o ignorante? Sus seguidores, los once millones que votaron por él, posiblemente dirán que es brillante, pero los cuarenta millones restantes creo que considerarán que es un bruto o ignorante.

Podrían decir que es inteligente, toda vez que su postura como gobernante en las redes sociales hacia los Estados Unidos desaprobando el ingreso de los aviones y los connacionales, desvió la atención y el ruido constante en los últimos días que le generaba la incontrolable situación del Catatumbo, los fallidos diálogos con el ELN, el desplazamiento masivo en Norte de Santander como resultado de los enfrentamientos entre el ELN y las FARC, además de la reunión entre los ministros de defensa de Colombia y Venezuela, el aumento de la gasolina y el tema de la conmoción interior.

Aprovechó para nombrar a uno de sus guardianes pretorianos, que es Laura Sarabia, como Canciller de Colombia, posicionándola aún más en el gobierno y dándole vía libre frente a la comunidad internacional, permitiéndole hacer “lobby” y multiplicar sus ideas e intenciones, sin importarle los cuestionamientos, críticas e investigaciones vigentes que ella tiene.

De paso Petro logró dos cosas: fortalecerse entre sus seguidores utilizando a Colombia, USA y los repatriados como puente de lanzamiento para ser noticia en todo el mundo, uniéndose al discurso antiimperialista y ganar adeptos del mundo que se identifican con las ideas socialistas, revolucionarias y comunistas.

Pero también revivir la posibilidad de una reelección frente a sus once millones de seguidores en votos, que ya están trabajando para que continúe en el poder o colocar a uno de sus peones en el 2026.

Por su parte, otros lo considerarán un bruto o ignorante, al poder en riesgo otra vez la estabilidad del país, no solo en el tema de la supuesta “paz total” que no llegará por el tema de la inseguridad, sino también por lo económico y social; eso por tratar de mostrarle los dientes a la primera potencia del mundo en un momento totalmente innecesario.

Él, como presidente y su gobierno, ya habían aceptado con el gobierno saliente de los Estados Unidos más de dieciséis mil repatriados en los mismos aviones y con las mismas características diplomáticas manifiestas, lo que significa que el tema no era del Estado colombiano, sino una postura personal del presidente Gustavo Petro.

Quien, a la llegada al poder, desestabilizó la economía y el dólar dio un golpe tremendo al país; la inversión extranjera descendió y los indicadores mostraron inestabilidad. Ahora, con esta acción, nuevamente, por una ignorancia bien administrada, se pone en vilo una temática que afecta a los colombianos y que se creía superada.

Es estúpido no medir las consecuencias de sus actos y más de su parte, el que es guerrillero, senador, político ahora presidente y “economista”. Sus actos afectan más al pueblo que a él mismo o al gobierno; afectan la imagen de Colombia, a todos los que lo eligieron pensando que administraría bien el país, afecta a los empresarios y a los mismos colombianos que están radicados en los Estados Unidos. Para todo aquel que no entienda, Petro ya ganó todo y va por más. La pregunta sería: ¿Quién pierde con sus posturas incontrolables de medianoche?

A este conjunto de problemas se le debe agregar otra cosa, la seguridad; el principal aliado de Colombia en esta materia no es Venezuela, son los Estados Unidos, y cualquier restricción o desequilibrio afecta a todo el país, tema que ya surte efectos por falta de una política clara del gobierno, el rompimiento de relaciones con Israel y todo el fortalecimiento que no tiene la Fuerza Pública, tanto en materia de capacitación, intercambio de experiencia y recibo de recursos que mucha falta hace.

Para aquellos que deseen una explicación resumida, el ignorante de Petro actúa más por sus intenciones revolucionarias que por el pueblo de Colombia, arriesgando el todo por el todo de manera inteligente para mantenerse en el poder y seguir con las ideas donde inició su vida pública en el M19, pretendiendo posicionar e implantar el socialismo revolucionario y terrorista. Si esto no es terrorismo, entonces ¿qué es? Terrorismo: es todo aquello que cause intimidación o coerción de poblaciones.

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr”. “Soy ciudadano”.

Carlos Enrique Martínez Caballero

Tolima7dias.com.co Sabe lo que dice  

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